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Atender de forma adecuada a los profesionales de la Medicina que enferman reduce los riesgos y ayuda a comprender mejor la enfermedad de los pacientes

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha acogido la presentación del informe “Enfermar es humano: cuando el paciente es el médico”

Este es un proyecto de investigación que tiene por objetivo conocer el proceso de enfermar de los médicos y cuya conclusión principal desgrana que si se atiende de forma adecuada a los médicos se reducen los riesgos en la atención médica, se evita el retraso diagnóstico, se mejora el seguimiento y ayuda a comprender mejor la enfermedad de los pacientes que el profesional atiende

La presentación ha contado con la participación de Manuela García Romero, vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM) y el informe ha sido presentado por ‘Enfermar es humano: cuando el paciente es el médico’ ha corrido a cargo de los autores y codirectores del proyecto los doctores Rogelio Altisent, profesor titular de bioética de la Universidad de Zaragoza; María Pilar Astier, médica de Familia y asesora técnica de calidad y seguridad del Instituto Catalán de la Salud, y María Teresa Delgado, médica de Familia y profesora asociada de Medicina de la Universidad de Zaragoza. Asimismo, han intervenido el resto del equipo de investigación los doctores Bárbara Marco, Inés Sebastián Sánchez, Alba Gallego, Candela Pérez y Óscar Urbano.

El broche final del encuentro ha recaído en la conferencia de clausura impartida por la doctora Andrée Rochfort, directora del programa de salud de los médicos del Colegio Irlandés de Médicos Generales, y presidenta de la Sociedad europea para la calidad y la seguridad en la práctica general (EquiP) de WONCA Europa.

García Romero: “El autocuidado es una parte imprescindible de la calidad asistencial que prestamos y en la seguridad de nuestros pacientes”

Ha iniciado el turno de intervenciones Manuela García Romero quien ha destacado la importancia de “la formación, docencia e investigación en la profesión médica”. Tres pilares que se recogen muy bien, en su opinión, en el proyecto ‘Enfermar es humano’ que analiza y describe el proceso de enfermar de los médicos en sus diferentes etapas profesionales y realiza propuestas concretas para mejorar la atención del médico como paciente.

“Que los médicos enferman es pura lógica. Pero también es conocido que cuando los médicos enferman tienen dificultad para verse como pacientes. Normalmente acuden a un compañero entre pasillos, se automedican ante los primeros síntomas, se hace un mal seguimiento del proceso patológico y muchos de nosotros vamos a trabajar estando malos bajo ese falso entender de que tenemos que cuidar estando enfermos. Esta es una mala relación médico paciente”, ha explicado García Romero. Para la doctora los médicos “desde que ingresamos en la Facultad de Medicina nos enseñan cómo cuidar a los demás, pero nunca nos han dado herramientas para cuidarnos a nosotros mismos y es fundamental que pensemos que el autocuidado como una parte imprescindible de la calidad asistencial que prestamos y como parte esencial también en la seguridad de nuestros pacientes”.

Formar en herramientas de autocuidado, valores, afrontar dilemas éticos, habilidades para responder ante el burnout, liderar equipos o dar malas noticias son algunos de los objetivos y temas principales de los seminarios y actividades organizadas por el CGCOM, a través de su Fundación para la Formación de la OMC, para dar respuesta a las necesidades de los médicos aún más acuciadas durante y después de la pandemia, tal y como ha señalado Romero quien también ha destacado la labor de la Fundación para la Protección Social de la OMC en la salud de los médicos y mediante el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME).

Finalmente, ha puesto en relieve la necesidad de que “el profesionalismo médico se muestre y se cuide en todas sus áreas, y que el compromiso social implícito sea comparable y se acerque al explícito”, para ello, a su juicio, “es muy importante el informe presentado que es clave para seguir contribuyendo a detectar y eliminar esa resistencia que puede llevar a que la enfermedad del profesional finalmente médico se complique y discurra por circuitos alternativos”. Por otro lado, el doctor Rogelio Altisent ha mostrado la gratitud de poder presentar “un proyecto al que han dedicado 5 años de vida, de trabajo en equipo y de sinergia de gente trabajando al unísono bajo un liderazgo”.

El informe ‘Enfermar es humano: cuando el paciente es el médico’ es un proyecto de investigación del Grupo de Investigación en Bioética de Aragón (GIBA-IIS Aragón), en colaboración con la Fundación para la Protección Social (FPSOMC) y la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza y el Colegio de Médicos de Zaragoza. Tal y como ha explicado el Dr. Altisent.

Por su parte, la doctora María Pilar Astier ha explicado que el proyecto surge en 2016 para conocer la percepción de los médicos cuando enferman y por el que han participado un total de 4308 profesionales. “Cuando el médico enferma surge un conflicto de rol: ser el paciente cuando nos hemos formado para diagnosticar, tratar y cuidar nos sitúa al otro lado de la mesa, en un escenario no aprendido. Por tanto, la reacción inmediata es tratar de resolver el problema de salud por uno mismo: autodiagnosticarse y autotratarse. Cuando el proceso se alarga, hacer consultas de pasillo a compañeros de tal forma que, en ocasiones los diagnósticos se retrasan y los seguimientos no se hacen de forma organizada”, señala la experta.

En su opinión, los médicos “no estamos formados para diagnosticar y tratar, y no asumimos nuestro rol de paciente. No se enseña esta posibilidad en la universidad y luego no se dedica tiempo para considerar esa circunstancia a lo largo de la vida profesional, ya que estamos orientados a atender a nuestros pacientes”.

El objetivo del proyecto “es -para la Dra. Astrier conocer el proceso de enfermar entre los médicos y los no médicos de cara a la gestión de los cuidados y si estas diferencias impactaban en la manera en que recibíamos la atención y si podíamos elaborar una serie de indicaciones de recomendaciones para que nosotros, como profesión médica, atendiéramos de manera adecuada a los profesionales”. La investigación parte de tres perspectivas: la experiencia del profesional que enferma; la experiencia de aquellos que le atienden; y la opinión de todos los profesionales de la Medicina que en algún momento de su vida han estado o podrán estar enfermos o bien, convertirse en médicos de compañeros que enferman, ser médicos de médicos (MdM). Asimismo, contempla la perspectiva de género.

El informe ofrece un resumen de los resultados más relevantes para que surjan iniciativas que permitan mejorar la atención a los profesionales de la Medicina que enferman. Estas iniciativas abarcan el ámbito universitario, los servicios de salud laboral, los colegios de médicos y el CGCOM, instituciones y a los propios profesionales. Los resultados del proyecto se presentan agrupados en las diferentes etapas profesionales, desde la etapa de estudiante, médico residente, médico adjunto hasta medico jubilado.

Al investigar el proceso de enfermar del médico se ha tomado conciencia de nuestra tendencia a realizar un autodiagnóstico y autotratamiento ante problemas banales, recurriendo a consultas de pasillo ante problemas más serios, sin tener un profesional de referencia, sino eligiendo al profesional que queremos que nos trate y siguiendo circuitos alternativos que no dejan huella.

“Es llamativa la tendencia a acudir a trabajar estando enfermos como forma de expresar nuestra responsabilidad hacia pacientes y compañeros. Y cuando nosotros mismos somos médicos de otros médicos, reconocemos la dificultad que esto entraña y se refleja en distintos problemas éticos y clínicos que surgen en la comunicación, en la información, en el seguimiento…. En cuanto al médico jubilado, éste sigue presentando actitudes diferenciales a la hora de encarar su proceso de enfermedad, pero sin disponer ya de tantos contactos de compañeros médicos, ni recursos sanitarios ni conocimientos actualizados en el momento que enferma”, señalan desde el equipo.

Vídeos docentes que recogen varias viñetas clínicas basadas en situaciones reales recopiladas durante la investigación

En la jornada también se han presentado algunos productos de la traslación de la investigación a la práctica clínica como son una serie de vídeos docentes que recogen varias viñetas clínicas basadas en situaciones reales recopiladas durante la investigación. El objetivo del equipo era recrear de la manera más fiel posible las condiciones en las que los médicos experimentan las dificultades en su proceso de enfermar. Los doctores María Teresa Delgado, Bárbara Marco, Inés Sebastián Sánchez, Alba Gallego, Candela Pérez y Óscar Urbano han sido los encargados de presentar y comentar los vídeos.

Los objetivos de estos vídeos son el divulgar los resultados de nuestra investigación en formato visual, facilitar una herramienta de aprendizaje y promover su uso para la docencia de cómo abordar con calidad y seguridad el proceso de enfermar del médico, y, finalmente, abrir un debate reflexivo que permita la deliberación de cuestiones éticas del manejo del médico como paciente, aún no resueltas. De esta forma, los vídeos abordan situaciones cuando el médico en activo enferma, del estudiante como paciente, del MIR como paciente, de los médicos de médicos y la perspectiva de género y, finalmente, del médico jubilado.

El 90% de los profesionales se automedican en procesos banales y el 60% recurren a otro compañero

Entre las conclusiones de los vídeos han destacado el tema de la automedicación y del automanejo de los procesos de enfermar de los profesionales médicos. De hecho, han constado que el 90% de los profesionales se automedican en procesos banales sobre su propia salud y que cuando estos procesos ya no son tan leves, sino que revisten cierta gravedad, la mayor parte de ellos, el 60%, recurren a otro compañero, a un colega de profesión, y lo hacen, además, de una manera completamente informal, entre pasillos.

En este sentido, han incidido en concienciar la importancia de tener un referente de salud, porque de hecho el 50% de los varones médicos en activo no tienen o no conocen a su médico de familia y 1/3 de las mujeres tampoco. Destaca también en el informe que el 20% de los médicos residentes se automedica con ansiolíticos o con hipnóticos sin ningún tipo de consulta ni de valoración por otro compañero también. Y en cuanto al presentimos señala que entre los residentes que ya llevando muy poco tiempo ejerciendo, hasta un 70%, habían acudido ya a trabajar estando enfermos.

“Los médicos sienten que tienen la responsabilidad de ir siempre al lugar de trabajo incluso estando enfermos para no perjudicar a sus compañeros ni sobrecargarles y no sentir que abandonan a sus pacientes”, han expuesto. Entre las estrategias que han propuesto de futuro han destacado la necesidad de sensibilizar a la población en general, los profesionales e instituciones sanitarias acerca del proceso de enfermar de los médicos e implicar a las instituciones en la detección de factores de riesgo laboral que afectan a la salud de los médicos.

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