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“La salud sexual es la hermana pequeña de la salud, aunque influye de forma transversal en nuestro bienestar general”

El doctor en Medicina y Sexólogo, Carlos San Martín, fundador de CIPSA y director del Observatorio Nacional de Salud Sexual,  lleva más de 25 años dedicándose a la sexología y hace balance para el Colegio de Médicos de Cantabria con motivo del Día Europeo de la Salud Sexual, que se celebra el día 14 de febrero

La consulta de Carlos San Martín en el Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud (CIPSA) es minimalista y muy sencilla, casi tanto como sus respuestas ante cualquier cuestión relacionada con la salud sexual. San Martín habla con enorme calma y tranquilidad que transmite a sus pacientes y ante cuestiones tabúes para muchos ciudadanos, él muestra la misma paz porque es un convencido de que la mayor parte de los problemas sexuales tienen solución y deben abordarse como cualquier otro problema de salud, así de simple y de complejo a la vez, porque la realidad es que esta sociedad aún no lo concibe así.

-En la actualidad, ¿cómo está la salud sexual de los cántabros?

En estos 25 años ha habido una enorme transformación porque la salud sexual se ignoraba, antes no se tenía en cuenta como un aspecto más de la salud y a lo largo de mis 25 años de carrera se ha ido transformando hasta  hoy en día, que sí se habla de salud sexual. Sin embargo, sigue siendo la hermana pequeña de la salud general a pesar de que influye trasversalmente en nuestro bienestar. El concepto de salud sexual lo estableció la OMS en 1.974 y lo incluye como un elemento básico, y si seguimos las recomendaciones de la OMS tenemos que promocionar la salud sexual incluyendo medidas y recursos porque es algo transversal que afecta a nuestra salud general.

Hay muchos bloques de causas para no gozar de una buena salud sexual pero los factores psicológicos influyen en infinidad de enfermedades que pueden crear trastornos; también hay patologías, como la diabetes, la hipertensión, algunos problemas neurológicos y endocrinológicos, que pueden afectar a nuestra sexualidad. Y si hablamos de fármacos, se estima que uno de cada 4 medicamentos que recetamos afecta a la salud sexual, algunos tan habituales como los antihipertensivos, muchos psicofármacos  o los hipolipemiantes, para bajar el colesterol. Además, de las Infecciones de Transmisión Sexual, ITS, que la salud sexual incluye para prevenirlas y tratarlas y que han aumentado en los últimos años. Y todo lo que tiene que ver con las relaciones afectivas, porque también consideramos salud sexual  todo lo relacionado con los conflictos de pareja, la violencia de género, las agresiones sexuales o la violencia sexual. Es decir, la salud sexual es importantísima para la salud general de las personas, y así debería concebirse.

Si hablamos de ITS ¿cuál es su estado actual?

Empecé en la época en la que el VIH era un condicionante muy importante, tenía una prevalencia considerable y una alta mortalidad, por lo que influía en los hábitos sexuales de la población, en los homosexuales sobre todo, que fueron muy afectados. A lo largo de la última década, está controlada y registra menos mortalidad por lo que hay una mayor relajación en la prevención de ITS, hay que destacar este dato que corrobora cualquier marca de preservativos con la bajada de las ventas, y no hay que olvidar que también previenen la gonorrea, clamydia o sífilis, enfermedades que han repuntado porque hay menos percepción social de riesgo. Al percibir esta tendencia, se están volviendo a poner en marcha campañas para el uso de preservativos, el medio más efectivo y sencillo para prevenir las ITS.

¿Crees que debe haber más información sobre este tipo de infecciones?

Desde el Observatorio Nacional de Salud Sexual que dirijo desde hace año y medio, una de nuestras líneas de actuación es la promoción del uso del preservativo por ser el medio más seguro que protege de la gran mayoría de las enfermedades de transmisión sexual que  han aumentado en todas las edades y en prácticas heterosexuales y homosexuales; ya no es un problema solo de los jóvenes.

¿Y hay otros métodos de protección novedosos?

Hay ahora un cierto debate en relación con el empleo de la píldora para proteger del VIH (PrEP), un fármaco que ya se está usando en otros países europeos hace un tiempo. La píldora para prevenir el VIH, de nombre comercial Truvada, está dirigida a personas con alto riesgo de contraer la infección y está recientemente incluida en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud, en farmacias de hospitales o centros asistenciales autorizados por lo que no tendrá ningún coste directo para el paciente.

El fármaco, denominado profilaxis pre-exposición (PrEP), se encuentra aprobado en Europa desde 2016, y consiste en una combinación de dos fármacos en una sola pastilla, ingerida una vez al día, y que algunos estudios han demostrado que reduce en casi un 90 por ciento las infecciones.

En mi opinión, está bien que exista pero si se acompaña de información y de educación sexual, hay saber cuándo está indicada y no basar la prevención en tomar una píldora.

¿Cuál es la mayor prevalencia de enfermedades en una consulta  sexológica? ¿Hay muchas adicciones sexuales?

No es lo que más vemos en Cantabria, lo que más tratamos son las disfunciones tanto en hombres como en mujeres. En hombres la más usual es la eyaculación precoz, seguida  de la  disfunción eréctil, en tercer lugar el bajo deseo y en cuarto lugar, la adicción sexual, y dentro de ella, la más frecuente es la adicción al porno, incluso en gente bastante joven.

En las mujeres, los más frecuentes son los trastornos o problemas de deseo, trastornos por dolor en la penetración (dispareunia), o incapacidad para ella (vaginismo), que suelen tener en la gran mayoría de los casos causas psicológicas y muy pocas veces son por causas ginecológicas. Este trastorno tiene muy buen pronóstico. La dispareunia tiene con más frecuencia causa orgánica, como el síndrome genitourinario de la menopausia, que produce sequedad y dolor. También son muy frecuentes los trastornos de la excitación y el orgasmo. La prevalencia de las disfunciones sexuales en hombres y mujeres está aumentando de forma muy importante en la última década por factores como el estrés que genera la propia relación.

Tenemos una generación de chicos jóvenes más inseguros, que se exigen mucho más sexualmente, con unas expectativas irracionales que les llevan a un estrés en la relación que acaba afectando a su respuesta sexual.

También tratamos problemas relacionados a otros, que también han aumentado, y suelen ir en paralelo: por ejemplo, un problema de pareja te produce un problema sexual, y para eso están las terapias sexuales, tratamos muchos problemas de celos, infidelidades, conflictos y crisis de pareja, que han crecido mucho, al menos las parejas que buscan ayuda,. Una de cada cuatro parejas que va a separarse viene a terapia, pero como último recurso, y eso no debería ser así. Y pese a eso, de las que vienen a terapia el 65 por ciento continúan juntas, aunque en otras ocasiones  la terapia de pareja les lleva a que rompan la relación porque no hay otra solución.

Con respecto a los tratamientos ¿cómo han cambiado?

Han cambiado mucho y sobre todo desde la aparición del Viagra en 1998, que ha revolucionado la salud sexual. Revolucionó el tratamiento de la disfunción eréctil pero gracias a las líneas de investigación que Viagra abrió en aquel momento surgieron tratamientos para otras disfunciones, como la eyaculación precoz o los trastornos del deseo sexual hipoactivo de la mujer. El porcentaje de hombres que tiene disfunción eréctil a lo largo de su vida es del 20 por ciento, y en la eyaculación precoz es aún mayor, entre el 23 y 26 por ciento, para la que también ya hay un tratamiento con dapoxetina, vía oral, e incluso en los últimos años ha salido un spray, Fortacín, que reduce la sensibilidad del glande y mejora el control eyaculatorio.

Y en el caso de la mujer también se abrió posteriormente la Caja de Pandora de los tratamientos y se investiga en disfunciones sexuales femeninas; lo que más se ha investigado es el deseo sexual hipoactivo y han salido dos tratamientos: un parche de testosterona, que resultó no ser muy eficaz y se retiró del mercado; y la famosa Vylesii, solo a la venta en EEUU, que ha sido también  poco eficaz. La razón es que en las mujeres el deseo sexual depende en mayor manera del factor emocional y los fármacos no son capaces de resolver estos problemas. Los hombres somos más estimulodependientes y el deseo se activa a través de estímulos eróticos más directos

Y aunque se ha investigado mucho más en los problemas masculinos  ahora las cosas están cambiando porque la industria farmacéutica ha puesto el foco en algo que afecta al 21 por ciento de las mujeres y ve un nicho de negocio. Ahora hay un fármaco en investigación en EEUU, la Bromelatonida, para aumentar el deseo femenino cuya efectividad y resultados veremos en breve.

Para la disfunción eréctil ya hay entonces tratamiento efectivo pero ¿tiene efectos secundarios?

Son muy infrecuentes y menores, siempre ha habido una leyenda urbana pero  la realidad es todo lo contrario, tienen un efecto cardioprotector ya que protegen el endotelio vascular y solo hay contraindicaciones en pacientes con cardiopatías inestables  o que toman otros fármacos incompatibles.

Además de Viagra, compuesto por sildenafilo, hay tres más muy similares e  igual de seguros y efectivos: el taladafilo (Cialis), el varnedafilo (Levitra) y el avanalafilo (Spedra).

Y una línea de investigación en la salud sexual femenina que sí está dando resultados para tratar el síndrome genitourinario de la menopausia, y en especial la dispareunia que produce, es el Sensio, compuesto por Ospemifeno,  por vía oral; y el Intrarosa, de vía intravaginal,  compuesto por  DHEA. Ambos están comercializados en España y están siendo muy efectivos.

¿Cómo se toma un médico sexólogo que aboga por la información para la prevención iniciativas como el famoso “Pin Parental” que  defiende las consultas a los padres de menores para darles  información sexual, por ejemplo?

La verdad es que los defensores del pin parental parten de  varios errores: creen que los hijos son de su propiedad, cuando los menores son sujetos de derecho y cuando la patria potestad no te autoriza a privar a tus hijos de una educación basada en valores de defensa de los derechos sexuales y humanos. La educación sexual es un derecho reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Sexuales de 1997 y no se puede privar a los menores de un derecho. Por otro lado, la educación sexual integral se basa en la transmisión de información científica y en la promoción de valores como la igualdad, la aceptación de la diversidad, el buen trato, el conocimiento de formas de prevención de enfermedades o problemas sexuales,  de manera que nadie en su sano juicio debería privar a sus hijos de ser educado en esos valores.  En CIPSA hemos hecho una campaña con chapas que dicen “No me des la chapa con el pin”, para mostrar nuestra clara oposición a este debate estéril.

Para terminar ¿cree que la sociedad actual valora lo suficiente la salud sexual?

No. Los recursos públicos que se emplean en la promoción y prevención son  muy escasos. También la asistencia o el nivel asistencial es muy inferior a las necesidades de la población y la educación sexual es aún una asignatura pendiente. Insisto en que es la hermana pequeña de la salud y no debería ser así porque influye de manera trasversal en nuestro bienestar y salud general. Otro problema de salud sexual que tratamos en CIPSA del que aún no hemos hablado es el acompañamiento a las personas transexuales en su proceso de transición, un abordaje multidisciplinar muy importante para estas personas contemplado entre los servicios de la Sanidad Pública pero con una alta demanda en la Sanidad Privada. Hay más casos de los que nos pensamos, aunque su prevalencia no es muy alta, vemos casos en Cantabria  que hay que atender.