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“Me siento muy afortunado de ver cómo he podido inspirar a personas en circunstancias similares a las mías”

El responsable de la Unidad de Tratamiento del Dolor Crónico de Valdecilla, Sergio Maldonado, recibe el Premio al Mérito Profesional en el ámbito Hospitalario del COM Cantabria

El doctor Sergio Maldonado estudió Medicina en la Universidad de Cantabria (pertenece a la promoción del 2001), realizó su especialidad de Anestesiología y Reanimación en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, que finalizó en 2006, y cursó un Máster de Fisiología y Tratamiento del Dolor en la Universidad Autónoma de Barcelona. En la actualidad, es el responsable de la Unidad de Tratamiento del Dolor Crónico de Valdecilla, puesto que desempeña desde 2016 y al que ha llegado por su vocación por esta especialidad muy necesaria en una sociedad con un envejecimiento de la población cada vez mayor y un notable aumento de patologías crónicas. En esta entrevista para el Colegio de Médicos de Cantabria, que le entrega uno de sus Premios al Mérito Profesional, el doctor Maldonado nos habla de la gestión del dolor que él mismo padece por las secuelas de un grave accidente que sufrió hace años.

-Su carrera profesional marcada por su historia de superación recibe el Premio a la Trayectoria Profesional en el ámbito Hospitalario del Colegio de Médicos de Cantabria ¿cómo ha recibido este reconocimiento?

 Para mí ha sido una gran sorpresa y un gran honor, me considero una persona muy afortunada dentro de lo que me ha sucedido, tengo el apoyo incondicional de mi mujer, mi hija y toda su familia, sin los que no hubiera sido capaz de salir adelante, además, el poder volver a ejercer la medicina me devuelve parte de mi forma de ser y me refuerza la idea de que se debe luchar por aquello que nos apasiona a pesar de las dificultades. La sociedad y nuestra profesión está atravesando unos momentos difíciles, tanto por la pandemia como por la creciente presión social y la sobrecarga asistencial a la que nos vemos sometidos. Aún, así creo que podemos y debemos hacer lo que está en nuestras manos para mejorar todas estas circunstancias.

-Y, precisamente, por un reportaje sobre usted, una compañera de El Diario Montañés ha ganado otro premio, parece que la sociedad actual valora especialmente el coraje ante las dificultades… ¿cree que es así?

 Creo que todos estamos deseosos de oír noticias esperanzadoras, mensajes positivos, demostrarnos a nosotros mismos que aún nos queda fuerza para luchar contra las dificultades por aquello que merece la pena y creo que mi pequeño gesto ha motivado a algunas personas, de hecho, varias asociaciones de pacientes y pacientes de forma individual así me lo han comentado, me siento muy afortunado de ver como he podido inspirar a personas en circunstancias similares a las mías para poder avanzar con esperanza.

 -Está al frente de la Unidad del Dolor de Valdecilla, nuestro hospital es referente en muchas especialidades y terapias ¿también en el abordaje del dolor?

 La Unidad del Dolor del Hospital Valdecilla ha sido pionera en el tratamiento del dolor a nivel nacional desde su inauguración, cuando el Dr. Carceller se jubiló y dejó a mi cargo la coordinación de la Unidad recibí una muy generosa herencia, compuesta de un equipo humano entregado y formado, una Unidad con dotación técnica de última generación y un Hospital conocedor de lo capaz de este equipo, mi labor ha sido enfocarla hacia un trabajo más multidisciplinar, más colaborativo e integrando nuestra labor con el resto de especialidades y hacer muy presente la importancia del dolor en el contexto de la enfermedad, en ese sentido la Unidad del Dolor es capaz de realizar y ofrecer cualquier técnica o tratamiento de los que se disponen en la actualidad para ayudar a nuestros pacientes, pero nuestros retos de futuro están en el aumento del número de pacientes que recibimos y somos capaces de atender ya que la población está envejeciendo y generando cada vez más demanda asistencial por dolores de tipo degenerativos. Ese es el reto pendiente en la actualidad.

 -¿Cuál es el perfil de los pacientes de su Unidad?

 Aunque la filosofía de la Unidad del Dolor es la de atender dolores complejos, de alta intensidad a pesar de tratamiento bien establecido y que potencialmente pueden beneficiarse de técnicas invasivas o que debido a otras patologías su manejo farmacológico es especialmente complejo, la realidad es que el mayor volumen de pacientes son dolores de columna degenerativa en personas a los que esta circunstancia les ha generado una alteración emocional asociada, lo que genera una sensación de frustración, ánimo depresivo y limitación en la vida diaria.

Este es uno de los motivos por los que desde nuestro equipo nos hemos planteado varios retos de futuro, profundizando en la sociedad e impulsando proyectos en los que la prevención del dolor y su tratamiento en fases tempranas ahonde en una mayor calidad de vida, que es el objetivo primordial.

 Hoy en día ¿es posible eliminar todos los dolores o sigue habiendo muchos casos complejos?

 El dolor es un mecanismo neuronal básico en la supervivencia de cualquier especie, un sistema de defensa que está intrincado profundamente en nuestro sistema sensorial, por lo que conseguir bloquearlo por completo es posible, pero va a tener consecuencias. Así en un dolor de muy alta intensidad pero de corta duración dispondremos de técnicas que lo bloqueen por completo, pero dormiremos o paralizaremos una zona del cuerpo, incluso el paciente quedará dormido, esto es válido por ejemplo en el dolor tras un accidente o una cirugía, sin embargo en el dolor crónico no nos podemos permitir estas consecuencias, deberemos luchar por un control del dolor adecuado o aceptable pero primará evitar los efectos adversos o secundarios para que el paciente pueda realizar una vida tan normalizada como sea posible.

-Y si miramos al futuro ¿cuál sería la mejor noticia para una persona que trata el dolor y lo sufre a la vez? y ¿qué es lo que más le ha costado superar tras su accidente? 

Creo que, como cualquiera de mis pacientes, en una época de evolución de la ciencia, oír que los avances médicos consiguen mejorar la calidad de vida y disminuir nuestro dolor con los menores efectos adversos posibles es la noticia que deseamos leer en los periódicos, pero soy consciente de que mientras eso llega, como paciente sé que deberé poner de mi parte para evitar que el dolor sea el eje de mi vida, seguir viviendo a pesar del dolor.

Lo más difícil de superar son las cosas que pierdes, aquello que no puedes volver a hacer como de antes hacías, pero todo esto me ha ayudado a valorar más el hoy, lo que tienes, intento mirar hacia delante, no enfocarme en lo perdido y lo negativo y continuar con una vida normalizada, aunque no sea tan “normal”.