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El doctor Daniel Casanova, nombrado presidente de la sección de Cirugía de la UEMS

El catedrático de la Universidad de Cantabria y cirujano del Hospital Marqués de Valdecilla reconoce que este nombramiento es un “gran honor” por representar a los cirujanos españoles ante la Unión Europea de Médicos Especialistas, que engloba a más de 1,6 millones de médicos especialistas. Además es la primera vez que un español ostenta esta Presidencia. Asimismo, recuerda con agrado el premio que le concedió el Colegio de Médicos de Cantabria al otorgarle el Premio al Mérito Profesional en 2019

Acaba de ser nombrado presidente de la Sección de Cirugía de la UEMS, un reconocimiento con el que se consolida la representación española al más alto nivel. ¿Qué supone este nombramiento para usted, para España y concretamente para Cantabria este nombramiento?

Este nombramiento supone un gran honor, y una enorme responsabilidad, tanto de un punto de vista personal, como profesional, ya que además de representar a todos los cirujanos europeos, de una forma particular también represento en esta institución a los cirujanos españoles a través del apoyo de la AEC (Asociación Española de Cirujanos) y del Consejo General de Colegios Médicos, y por tanto es un reconocimiento que se extiende a todos ellos. Es la primera vez que eligen a un cirujano español para esta tarea, y por tanto espero poder aprovecharla para dar mayor visibilidad y representación a la Cirugía Española.

En relación con Cantabria, puedo decir que me siento orgulloso de que mi nombre este vinculado a la Universidad de Cantabria y al Hospital Marqués de Valdecilla, donde he trabajado 43 años. Ahora, aunque jubilado del sistema público sigo manteniendo mi actividad como cirujano en la Clínica Mompía, y por supuesto en esta nueva responsabilidad, ofrezco mi colaboración a todos los cirujanos de Cantabria para todo lo que ellos consideren

Este es un reconocimiento a una trayectoria profesional destacada. Además recientemente también ha recibido el Premio al Mérito Profesional del Colegio de Médicos de Cantabria

Mi trayectoria profesional como usted sabe, es larga, ya que en 1973 me licencié en Medicina en la Facultad de Zaragoza. Tras realizar la Residencia de Cirugía en la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, vine a Valdecilla en 1978 como adjunto de Cirugía, habiendo desarrollado mi labor tanto en el Hospital como Cirujano General y Digestivo, como en la Facultad de Medicina, donde tuve el privilegio de obtener la primera Cátedra de Cirugía. Salvo algunos periodos de trabajo para aumentar mi formación en la Universidad de Minnesota y en Londres, toda mi carrera profesional se ha realizado en Cantabria.

Por supuesto estoy muy agradecido al Colegio de Médicos de Cantabria por haberme concedido el Premio al Mérito Profesional en 2019, que como dije durante la ceremonia de recepción, muchos cirujanos de esta tierra son merecedores de ello por su extraordinario trabajo de cada día para mantener la salud de nuestra población, y que con frecuencia pasa casi desapercibido.

Retomando el tema de la UEMS,… ésta es la organización médica más antigua de Europa, con más de 60 años de historia, que representa a las asociaciones nacionales de médicos especialistas de 37 países. ¿Cómo está constituida?

La UEMS (Unión Europea de Médicos Especialistas) además de ser la más antigua, es la organización sanitaria Europea más numerosa, ya que representa a más de 1.600.000 especialistas de todas las ramas de la medicina.

Están representadas todas las especialidades médicas, y el área de la Cirugía, esta formada por la Cirugía General y Digestiva, y cada una de las Áreas de Capacitación Específica o “subespecialidades” en forma de Divisiones, como Coloproctología, Cirugía Endocrina, Cirugía Hepatobiliopancreática,  Trasplantes, Cirugía de Urgencias, Cirugía de los Politraumatizados, Cirugía de la Mama, Cirugía Oncológica, Cirugía Esofagogástrica etc…

Ante esta situación, ¿qué supone para un especialista médico en cirugía contar con el Diploma Europeo?

El Diploma Europeo, es un pasaporte de conocimiento para trabajar en los diferentes países europeos. Hoy día los sistemas sanitarios europeos, cada vez son más interdependientes, y por lo tanto es muy frecuente que tanto pacientes como profesionales vayan de un país europeo a otro para recibir asistencia sanitaria o ejercer su profesión.

Obviamente cada país europeo es responsable de los programas de formación de sus propios médicos y de la concesión de los títulos de especialistas. La UEMS no puede sustituir a la Administración sanitaria de cada país, pero si que puede, y de hecho lo hace poner unos niveles de exigencia, experiencia y conocimiento para otorgar un Diploma Europeo en las diferentes áreas de la cirugía tras pasar por un proceso de acreditación.

 ¿Qué papel ha jugado la UEMS en la política de cirugía, con sus distintas variantes, a nivel europeo?

Por si misma la UEMS es el comité asesor de la Administración sanitaria europea, realizando las recomendaciones que puedan ser utilizadas por los diferentes países para mejorar los controles de calidad existentes. Asimismo, el capítulo fundamental de la formación continuada para los profesionales, es un objetivo capital en este sentido. Para ello se debe trabajar con las Administraciones sanitarias de los diferentes países europeos para que manteniendo su independencia de criterio, haya puntos de acuerdos en estos puntos tan importantes.

Usted ha desempeñado diversos cargos en la UEMS ¿Cuál es el balance que hace de estas etapas?

El balance es magnífico, pues ha significado una experiencia de primer nivel, que he podido desarrollar simultáneamente con mi trabajo en Santander.  Como previamente comenté, la UEMS es un organismo asesor del Gobierno Europeo, pero la política de trasplante depende de cada país miembro. Lo que hicimos en la División de Trasplante de la UEMS, fue poner en valor la importancia de los especialistas que trabajan en el trasplante de órganos y que no disponen de titulación en ese sentido. Creamos la División de Trasplante que está incluida en la Sección de Cirugía, y establecimos un modelo de acreditación europeo que ahora es modélico dentro de la UEMS. Yo he participado como fundador de la División en 2005, cuatro años como Secretario General, y seis años como Presidente de la División, siendo en este momento Presidente Honorario.

El modelo consistía en realizar cursos de formación y pruebas de acreditación para los cirujanos que realizan trasplantes y también para el resto de especialistas involucrados en el trasplante que no son cirujanos, como especialistas médicos (nefrólogos, hepatólogos, endocrinólogos etc…), coordinadores de trasplantes, e inmunólogos. Se les otorga un Diploma Europeo que es un aval de conocimiento y reconocimiento de formación que tiene un gran valor en Europa, y que de alguna forma suple la ausencia de títulos de estas áreas o especialidades, que como tal todavía no están reconocidas oficialmente, al ser competencia de cada uno de los países.

Este modelo de trabajo fue aceptado por todos los países europeos, y hoy día goza de un gran prestigio, ya que hemos podido acreditar a más de 500 especialistas en trasplante en Europa. Incluso especialistas fuera de Europa (Japón, Sudáfrica, Asia, Hispanoamérica, USA, Brasil, etc…) aplican para realizar estas pruebas de conocimiento y obtener un Diploma, que aunque solamente es valido en Europa, les acredita por haber superado dichos niveles de conocimiento y calidad. Por supuesto la mayoría de los cirujanos españoles que practican el trasplante están acreditados.

Por cierto, usted tiene una larga experiencia en trasplantes hepáticos y de páncreas y España es un referente en trasplantes en todo mundo. ¿qué significa esto para un profesional como usted?

Significa una gran satisfacción pertenecer a la generación de cirujanos que iniciamos los programas de trasplantes abdominales en España. Hoy día debemos estar orgullosos de lo conseguido, ya que nuestro país tiene la medalla de oro en el mundo en donación, gracias a la ONT, a los extraordinarios profesionales de medicina y enfermería, y a la generosidad de la población al confiar en un sistema que además de muy eficaz es trasparente.

¿Qué otros países europeos son referentes en trasplantes?

Desde un punto de vista asistencial la mayoría de los países europeos son muy competentes tanto en cirugía como en trasplantes. En relación con la donación los porcentajes mejores tras España corresponden a Portugal, Croacia, Italia y Francia.

Usted se formó en trasplantes en Minnesota y su actividad la ha desarrollado en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. En todos estos años de ejercicio profesional ¿cómo ha visto esta evolución?

Mi estancia en el Departamento de Cirugía de la Universidad de Minnesota fue en relación con la formación en trasplante, ya que aquel centro era referente en el mundo en el trasplante de órganos, y la legislación española exigía la formación en centros acreditados.

Cuando iniciamos en el año 90 los trasplantes de Hígado y de Páncreas en Valdecilla, parecía un sueño que gracias al esfuerzo de muchos profesionales pudo cumplirse. Hoy día afortunadamente es una rutina, y Valdecilla puede presumir de tener en activo todos los programas de trasplantes de órganos (corazón, pulmón, riñón, páncreas e hígado), y sobre todo la tasa más alta de donación de toda España gracias al trabajo de la Coordinación de Trasplante del Hospital. Realmente es un motivo de orgullo para Cantabria.

Como experto en trasplante hepático, ¿Qué papel tiene actualmente la donación en vivo?

La donación de donante vivo se plantea para suplir en parte la escasez de órganos disponibles. Mientras que para el riñón se trata de una situación frecuente al disponer de dos riñones, para el hígado es más complejo al juntarse dos cirugías técnicamente complejas tanto en el donante como en el receptor, además de importantes requerimientos éticos. En España existen algunos programas en este sentido, pero en número de casos cada año es limitado. La mayor incidencia de esta técnica en el hígado es en los países orientales con reservas religiosas para la donación de donantes en muerte cerebral.

Sin embargo, y a pesar del aumento de las donaciones, las listas de espera para trasplante no disminuyen ¿qué explicación tiene esto?

Es lógico, son ofertas que generan mucha demanda, al ser la solución idónea para muchas enfermedades crónicas y a menudo mortales, como los pacientes en diálisis, hepatopatías severas, diabetes complejas, y problemas cardiacos y pulmonares graves.

En algunos países europeos, hay pacientes que no tienen acceso a la lista de espera y eso ha provocado lo que se denomina “turismo sanitario de trasplantes”. ¿Qué opina al respecto?

Es un tema complejo que compete a la Administración sanitaria de cada país. Como la clave en el trasplante son los donantes, es fundamental desarrollar protocolos para mejorar las donaciones y sobre todo concienciar a la población de cada país.

En España, la legislación convierte a todos los ciudadanos en donantes, salvo que se exprese en vida lo contrario. Como cabeza visible de la UEMS, ¿Cómo está este tema en Europa?

En España, al igual que algunos países europeos como Austria etc… existe la ley de presunción de la donación, que en teoría todos somos donantes ante la circunstancia de la muerte cerebral. Sin embargo, no se aplica como es lógico, pues la decisión sobre la donación corresponde al propio donante si ha expresado sus intenciones en vida, y sobre todo a la familia del donante. No se puede realizar nada en contra de la voluntad familiar, ya que seria absolutamente contraproducente, y justamente nuestro modelo de trasplante depende de la confianza de la población.