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Las Órdenes médicas europeas se adhieren a la petición de preservar la relación médico-paciente como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad

Las  organizaciones integradas en el Consejo Europeo de Órdenes Médicas (CEOM) se han adherido unánimemente a la propuesta defendida por el Foro de la Profesión Médica (FPME) para que la relación médico-paciente sea reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a salvaguardar por la UNESCO. Así lo decidieron en su última reunión plenaria celebrada en la sede del CGCOM, dando así respuesta a la propuesta de Serafín Romero de que “Europa debe encabezar la defensa de la relación médico-paciente”

Además de la relación médico-paciente como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en la reunión plenaria a la que asistieron más de 40 representantes de 17 Órdenes Médicas, se abordaron otros temas como la crisis de los recursos humanos, la regulación de la profesión médica, las nuevas contribuciones a la Carta Europea de Ética, la demografía médica, y la violencia en el ámbito sanitario, entre otros.

En la inauguración de la sesión participaron junto a Serafín Romero, el presidente del CEOM, José Manuel Santos (Portugal);  el vicepresidente 1º, Roland Kerzmann (Bélgica); además de otros dos vicepresidentes, Dres. Nicolino D’Autilia (Italia) y Monique Gauthey (Suiza), además del secretario general, Jean-François Rault (Francia).

En representación del CGCOM, además de su presidente, asistieron los delegados españoles en el CEOM, José María Rodríguez Vicente, secretario general del CGCOM, y José Ramón Huerta, coordinador del Área Internacional y presidente del Colegio de Médicos de Soria. También estuvieron presentes Jerónimo Fernández Torrente y Rosa Arroyo, tesorero y vicesecretaria del CGCOM, respectivamente.

Además, se contó con la participación de delegados de diversas corporaciones médicas europeas, integradas en el CEOM como Francia, Reino Unido, España, Portugal, Italia, Alemania, Bélgica, Grecia, Austria, Luxemburgo, Holanda, Suiza, Chipre, Suiza, Irlanda, Albania y Eslovenia.

Presidente CGCOM: “La defensa del profesionalismo médico conlleva la renovación del contrato social con la población”

El presidente del CGCOM, Serafín Romero, como anfitrión de esta reunión, agradeció a los cerca de representantes de Órdenes Médicas europeas su presencia en la “casa de todos los médicos españoles” que ascienden, actualmente, a más de 250.000, recordando que la profesión médica es la mejor valorada por los ciudadanos.

Romero explicó a los asistentes a esta reunión plenaria algunos de los principales proyectos en los que se encuentra inmersa la corporación médica española, entre ellos, la defensa del sistema sanitario y de la profesión médica, la lucha contra la lacra de las agresiones, los cambios demográficos en la profesión, la modernización de la organización y la defensa y promoción de la relación médico-paciente como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, “algo muy necesario que hay que preservar por los riesgos que puede sufrir derivados de la anterior crisis económica, la irrupción de nuevas tecnologías y la aparición de otros entornos asistenciales”, según señaló.

Bajo este escenario abogó por la defensa del profesionalismo médico ligado a la renovación del contrato social con la población, bajo la premisa de anteponer al paciente por encima de cualquier otro interés, lo que conlleva ser crítico con cualquier tipo de medida que provoque recortes que vayan en contra de la calidad asistencial.

Asimismo, consideró preciso asumir toda la autoridad que conlleva la profesión médica, ya que como indicó, «se trata de una tarea que corresponde a las corporaciones médicas y compartirla con los gobiernos», de ello se desprende una esencial como es la acreditación de la formación médica que, como remarcó Romero, «debe estar en manos de la profesión médica, y ser autoridad competente en la materia». En este sentido, recordó  que se están haciendo grandes esfuerzos tanto desde España como desde Portugal.

Otro aspecto destacado por el presidente de la OMC fue el relativo a las políticas de RR.HH. por las que, según defendió, «hay que luchar a través de la creación de registros y de observatorios de demografía con el fin de adaptarse a las nuevas realidades sociales y poder perfilar tanto la cantidad como el tipo de profesionales que los sistemas sanitarios van a requerir en el futuro».

Presidente CEOM: “La colaboración de todos los miembros del CEOM es fundamental para defender la eficacia, la calidad y la buena práctica de la Medicina europea”

Por su parte, el presidente del CEOM, José Manuel Santos, tras agradecer al CGCOM y a su presidente la acogida ofrecida a todos los miembros del Consejo Europeo, repasó algunos de los temas en los que trabaja en estos momentos el CEOM, entre ellos, la libre circulación de profesionales en la UE, la formación médica, la situación de los sistemas sanitarios, o el incremento de la violencia contra el personal sanitario en toda Europa.

La Medicina, como señaló, se enfrenta a diario a nuevos retos, procedentes de distintos ámbitos, ante lo cual el CEOM se ha dotado de diversos documentos que contienen las pautas necesarias para dar respuesta a dichos retos, como son nuestras guías deontológicas sometidas a una revisión constante.

La violencia contra los médicos es una problemática que preocupa mucho a esta organización así como el deterioro de la relación médico-paciente, en este sentido, el presidente del CEOM solicitó la colaboración de todos los miembros del CEOM “para defender la eficacia, la calidad y la buena práctica de la Medicina europea y para procurar que los médicos sigan los más altos estándares éticos a la hora de desempeñar su labor asistencial, para lo cual también es fundamental que estén bien preparados y al día en su formación continuada”, concluyó.

El CEOM consideró, además, que la relación médico-paciente puede estar amenazada por riesgos políticos, sociales o económicos y por cambios tecnológicos y de comunicación. Esto hace que sea necesario, desde su punto de vista, proteger y mejorar los elementos fundamentales de esta relación que contribuye a mejorar el diagnóstico y el tratamiento permitiendo un mayor nivel de atención centrada en el paciente y respeto mutuo. De ahí la adhesión unánime del Consejo a la propuesta del Foro de la Profesión Médica (FPME) de que sea considerada por la UNESCO patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, que quedó expuesta tras la argumentación ofrecida por Miguel Ángel García, en representación del FPME.

En la reunión plenaria se revisaron, además, ciertos aspectos deontológicos como el abordaje del “paciente frágil y vulnerable”, enfocado a la protección del menor ante el cual, como se recomendó, “el médico debe actuar con cautela, objetividad y amabilidad, siendo primordial establecer con los niños una relación de confianza, en un entorno adecuado que garantiza la confidencialidad”.

Asimismo, deberá informar a los familiares del niño, o incluso a la autoridad pública competente, solo en su interés. Respecto a las personas mayores o en condiciones de vulnerabilidad psicofísica, social o civil, el profesional debe adoptar una actitud empática y estar atento a las posibles injusticias de las que sería objeto el paciente y ansioso por mejorar su situación, condiciones de vida, según se indicó.

Se puso sobre la mesa, asimismo, la necesidad de un proyecto de investigación a nivel europeo sobre el riesgo psicosocial y de estrés al que están expuestos los profesionales sanitarios motivados por varios factores como la especificidad de sus roles y las expectativas asociadas con ellos, así como las características del entorno laboral y de su organización, entre otros.

Finalmente, durante  la Asamblea del CEOM se aprobaron por unanimidad una serie de documentos, entre ellos, una Declaración contra la violencia al personal sanitario ante el incremento actual que se observa en toda Europa y la primera carta de “regulación” de la profesión médica, además de presentarse nuevas aportaciones, como en el caso de España a la carta europea de ética médica.

Declaración CEOM Violencia médicos