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Entrevistas 1 año COVID


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“Me pareció muy duro ser paciente de Covid durante la primera oleada”

Tras más de un año de pandemia, la doctora Ana Adalia Toledano cuenta cómo pasó el Covid-19 durante los primeros contagios y qué secuelas ha sufrido durante más de 10 meses

La doctora Ana Adalia Toledano tiene 51 años, estudió en la Universidad de Cantabria y vive en Santander, aunque nació en Burgos. Es Médico de Familia y trabaja en el SUAP de Bajo Pas, aunque acaba de sacar una de las plazas ofertadas por el Servicio Cántabro de Salud y está a la espera de su destino definitivo. Esta doctora con vocación de servicios de urgencias sufrió Covid en la primera oleada, hace ahora un año, y aún tiene secuelas de la enfermedad. Asegura que lo que más le ha traumatizado fue la espera de 8 horas en el box de Urgencias en aquel momento en el que había una enorme tensión en Valdecilla, aunque lo va superando poco a poco.

Hoy está recuperada casi al cien por cien, agradece el trato excepcional de sus compañeros del Centro de Salud de Bajo Pas, en Renedo de Piélagos, forma parte de un estudio del Servicio de Immunología de Valdecilla, dona plasma que se usa como tratamiento de los pacientes de Covid de la UCI y cuenta al COM Cantabria la experiencia de un médico que fue paciente en uno de los peores momentos para serlo.

 -Ha pasado un año de pandemia con muchas consecuencias que tú has sufrido especialmente…..

Si. En el Centro de Salud notamos que en febrero empieza a haber mucho follón en las guardias, vemos que algo pasa y empezamos a usar mascarilla, sin más protección, yo lo vi tan mal que me autoconfiné antes del confinamiento general por lo que tengo claro que he tenido que contagiarme en el trabajo. También es cierto que, además de mi jornada, hago muchas guardias y las probabilidades de contagio son muy altas, hay meses que hago hasta 14 guardias, voy de un Centro para otro.  El caso es que empecé con síntomas de tos pero no me podía imaginar que tenía Covid, un día en Selaya me encontré fatal y paré en mi Centro de Salud para que me auscultaran, al día siguiente me hicieron la prueba y el 20 de marzo me dijeron que era positiva. Estuve una semana en casa, con malestar, y aunque cada día iba a peor no quería ir al hospital por evitar contagios, aunque al final los compañeros que me llamaban para interesarse por mí me mandaron una ambulancia e ingresé una semana después con una neumonía bilateral y una gastroenteritis, al séptimo día se agravaron los síntomas. Al tercer día de ingresar me puse muy mal, estuve una semana ingresada aunque no llegué a necesitar  la UCI.

-Pasaste de médico a paciente en plena pandemia…

Fue muy traumático, sobre todo las 8 horas que estuve en urgencias hasta el ingreso. Sola y con poca atención por ser positivo de Covid, cuando me ingresaron pasé siete días acurrucada, me pareció muy duro ser paciente!. Había mucho miedo, nadie quería tocarte, ni entrar, algo que es normal, lo hacían por prevención. Al pasar los días mi estado mejoró, aunque me decían desde la puerta que me pusiera el termómetro, y es que en ese momento no tenían la protección adecuada los que me cuidaban. Fui mejorando pero como hubo momentos en los que estuve muy mal,  me pusieron medicamentos contra la malaria y el SIDA, que ahora son impensables

-Cuéntanos las secuelas que te han quedado tras sufrir Covid-19

Yo salí de Valdecilla bastante bien aunque tuve que estar aislada otras tres semanas, y sufrí situaciones desagradables, como la que provocó  una vecina que alarmó a toda la comunidad cuando se enteró que tenía covid y tuve la sensación de ser una apestada y un gran sentimiento de culpa.

Aunque seguía con síntomas, como que se me dormían las manos, me quería incorporar a trabajar, y lo hice igual demasiado rápido, seguí abril y mayo bien aunque cansada, pero estaba tan contenta de volver y se portaron tan bien los compañeros que estaba encantada. Sin embargo, a los dos meses empecé a encontrarme mal: dolor de cabeza, nauseas, dolores musculare. Estuve todo el verano bastante agobiada porque no podía ni ir a la playa. Tenía estrés postraumático, normalmente hago mucho deporte pero tampoco podía hacerlo así y hablé con la internista y me diagnosticó un post covid muy duro, he adelgazado 6 kilos y pasé tres meses horribles pero a partir de enero empecé a mejorar. Ahora estoy bastante bien, y quizá porque me han vacunado veo las cosas más optimistas. Aún tengo alguna secuela digestiva pero estoy al 80 por ciento.

-Te contagiaste por estar en primera línea de fuego ¿qué opinas de que en Cantabria aún hay médicos sin vacunar?

Me parece lamentable, no entiendo que aún haya médicos sin vacunar. No se deben mezclar los temas políticos y no hay que distinguir entre la actividad privada y pública para una vacunación que es imprescindible para los médicos.

-Y ¿crees que la vacuna va a solucionar el problema?

Si. Soy muy optimista. Creo que la vacuna va a solucionar el problema y creo que no hay plan B . Es la luz al final del túnel pero va tan lento que se está haciendo muy largo. Lo veo en el ambiente del Centro de Salud,  los profesionales estamos cansado  nos ha cargado un poco las pilas.

-Trabajas en SUAP ¿se sigue percibiendo mucho miedo e incertidumbre por la pandemia?

Este miedo también ha disminuido, han perdido el miedo y seguimos con el protocolo y la gente se empieza a enfadar. La gente ha perdido bastante el miedo.

-Habiendo tenido covid ¿lo diagnosticas mejor a tus pacientes?

No sé si diagnostico mejor pero pido más PCR que mis compañeros porque si se me escapara algún diagnóstico positivo no me lo perdonaría en la vida. Estoy muy sensibilizada con el problema y sé las consecuencias que puede traer porque las he sufrido. Haber estado como paciente ha sido tremendo y mi sensibilidad ha aumentado con los míos. Y la soledad que sentí fue tremenda. Me ha ayudado mucho volver a trabajar pronto porque necesitaba aportar algo después de cómo me recibieron mis compañeros, el deporte también me ha ayudado. Aunque me está revolviendo mucho el aniversario del Covid y recuerdo situaciones duras, como la que me ocurrió el día que me marché a casa con muchos síntomas, ese día no había mascarillas en el Centro de Salud.