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Médicos del Mundo y medicusmundi presentan el informe La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria 2018

La Ayuda Oficial al Desarrollo española tardará más de 15 años en alcanzar la aportación de antes de la crisis si sigue el ritmo actual

La vicepresidenta de medicusmundi norte, Liébana Piedra; Carlos Mediano, presidente de medicusmundi internacional y Fernando de la Torre, responsable de Cooperación del Gobierno de Cantabria han presentado en el Colegio de Médicos de Cantabria el Informe de Salud 2018. La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria.

Las organizaciones de cooperación sanitaria Médicos del Mundo y medicusmundi denuncian unas cifras injustificables en 2017: más de 15.300 menores y 830 gestantes mueren al día en el mundo por causas que son mayoritariamente evitables; 200 millones de mujeres sufren la ausencia de una adecuada planificación familiar; y las cuatro enfermedades no transmisibles más importantes provocaron la muerte de 87.000 personas diarias en 2016.

El nuevo informe La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria 2018, presentado hoy por las dos entidades, pone en relieve la continua disminución –este último año de forma más leve- de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) que se sitúa en 144.178 millones de dólares, lo que equivale al 0,31% del ingreso nacional bruto, porcentaje que está muy por debajo del 0,7%, objetivo mínimo al que se compromete Naciones Unidas.  Además, el 68% de toda la AOD de los 29 países que componen el CAD proviene solo de cinco países (Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia y Japón).

Por su parte, la AOD española alcanzó en 2017 el 0,19% de la renta nacional bruta, un porcentaje claramente insuficiente para cumplir los compromisos asumidos a nivel internacional (0,7%) y muy por debajo del esfuerzo promedio del resto de países donantes del CAD (0,31%), de países donantes europeos (0,49%) y muy lejos del prometido 0,7%. La AOD española se recupera tan lentamente que tardaríamos más de 15 años en llegar a las cifras de 2009.

La cooperación descentralizada -aquella que impulsan las comunidades autónomas y los ayuntamientos- se mantiene como un actor fundamental en la cooperación, con 245 millones de euros en 2017, un 12% más que en 2016.

En ese año, la AOD dedicada al sector salud por parte del conjunto de países del CAD creció un 2,7%, un incremento leve pero que consiguió cambiar la dinámica de descensos de los dos años anteriores. El total destinado al sector salud fue de 21.020 millones de dólares.

En el caso de España, del total de AOD destinada en 2017 -2.560 millones de euros-, a salud se asignaron 65.583. 576 euros. Apenas aumenta en 200.000 euros respecto al año anterior. Sin embargo, el peso de la salud en la AOD española sigue cayendo, ya que en porcentajes la cooperación en salud alcanza un exiguo 2,56% del total de la AOD bruta en 2017 (cuando en 2016 alcanzaba el 3,1%).

En cuanto al número de intervenciones de cooperación financiadas por el Gobierno de Cantabria, constatamos 26 acciones de AOD de las cuales dos son de salud, representando el 7% del total de la ayuda cántabra.

La Comunidad autónoma de Cantabria se coloca como la 15º de las 17 CCAA si valoramos la cantidad de dinero que se destina a AOD general.

El gasto de AOD de la Comunidad de Cantabria por habitante es de 1,47 euros.

Acción humanitaria: récord de fondos y de personas afectadas

En 2017, más de 30,6 millones de personas han tenido que huir de sus hogares debido a conflictos o desastres naturales. El número de personas desplazadas por conflictos se ha doblado en un año, pasando de 6,8 millones en 2016 a 11,8 millones en 2017. Más de la mitad de estos nuevos desplazamientos internos se producen en tres países: Siria, República Democrática del Congo e Irak. Oriente Medio y África subsahariana siguen siendo las regiones que generan la mayoría de los desplazamientos internos y que acogen a la mayoría de las personas refugiadas.

Con estas circunstancias, consideramos que este periodo ha sido crítico para la acción humanitaria: 201 millones de personas en 134 países han necesitado intervenciones humanitarias, y de estas, unos 136 millones de personas han requerido asistencia y protección. Para ello se han destinado 27.300 millones de dólares, lo que constituye un récord, tanto en los fondos destinados a la acción humanitaria como en el número de personas afectadas.  Sin embargo, a pesar de los llamamientos por parte de NNUU y los compromisos adquiridos, los países donantes solo han sido capaces de cubrir el 60% de las necesidades.

Por su parte, la cooperación española ha respondido con un aumento insignificante de su ya escasa financiación pasando de 51,3 millones en 2016 a 54,4 millones de 2017. En cuanto a la financiación de la acción humanitaria de Cantabria, se sitúa a la cola de la financiación descentralizada, solo por encima de las comunidades de Canarias y Murcia.

La meta más revolucionaria del ODS3: lograr la Cobertura Sanitaria Universal

La probabilidad de que los bebés nacidos en las familias más pobres mueran durante el período neonatal es un 40% mayor que la de aquellos bebés nacidos en las familias más ricas. Y la tasa de mortalidad materna en las regiones en desarrollo es 14 veces mayor que en las zonas más desarrolladas.

“Si alguna certeza tenemos es que la Atención Primaria de Salud es la mejor estrategia dentro de las políticas sanitarias si queremos que el derecho a la salud sea una realidad para todas las personas. Urge que redoblemos esfuerzos si queremos revertir esta situación y evitar que se perpetúe la privación de servicios de salud esenciales para casi la mitad de la población”, asegura el presidente de medicusmundi Internacional, Carlos Mediano.

Además, si no se toman medidas urgentes de forma integral, la resistencia antimicrobiana (a los antibióticos) se convertirá en una de las mayores amenazas para la salud mundial en los próximos años, afectando sobre todo a los países empobrecidos. Alrededor de 700.000 muertes al año son debidas a la resistencia a medicamentos, y si no hay cambios, se estima que esta cifra crecerá hasta los 10 millones de muertes en el año 2050, con un coste de 100 billones de dólares.