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Sanidad regula la instalación y uso de desfibriladores fuera del ámbito sanitario

La Consejería de Sanidad de Cantabria ha elaborado una nueva norma que regula la instalación y uso de desfibriladores externos automáticos y semiautomáticos (también conocidos como DEA) fuera del ámbito sanitario y por personas ajenas a la profesión sanitaria. La Orden se ha enviado para su publicación en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC)

La norma apuesta por la ampliación de espacios cardioprotegidos dentro del territorio de la comunidad autónoma y permite disponer de mayor número de personas con formación como primeros intervinientes en el manejo de DEA, ha informado el Gobierno en nota de prensa.

Según explica, la instalación de DEA posibilita una atención precoz, inmediata y segura que puede salvar la vida de personas en situación de parada cardiorespiratoria, sin riesgos añadidos ni para los pacientes ni para las personas que usen el desfibrilador.

Igualmente establece que en situaciones de excepcional urgencia cualquier persona podrá hacer uso del desfibrilador para iniciar las maniobras de reanimación en el lugar del suceso, al tiempo que se alerta a los servicios de emergencia extrahospitalarios.

ESPACIOS CARDIOPROTEGIDOS

El texto también establece la obligatoriedad de disponer de desfibrilador en espacios de uso público con grandes aforos, donde se prevea gran concurrencia de personas y exista mayor probabilidad de que ocurra una parada cardiaca como estaciones, aeropuertos, centros comerciales o complejos deportivos.

Asimismo, la norma puntualiza que los DEA deberán estar instalados en lugares visibles y señalados de manera clara y sencilla mediante la señalización universal recomendada por el Comité Internacional de Coordinación sobre Resucitación (ILCOR) e identificarse debidamente en los planos o mapas informativos del lugar.

Por último, la Consejería de Sanidad, además de crear un registro de desfibriladores, fomentará la formación en el manejo de desfibriladores y la actualización permanente de los conocimientos necesarios para su uso.

EMERGENCIAS CARDIACAS

Desde la Consejería se destaca que la cardioprotección con desfibriladores ha demostrado ser una de las herramientas más eficaces para poder atender con éxito las emergencias cardiacas y mejorar la tasa de supervivencia de las enfermedades isquémicas del corazón como el infarto y la angina de pecho y las cerebrovasculares, que son hoy en día una de las principales causas de fallecimiento en el mundo.

Se estima que unas 275.000 personas sufren al año un paro cardiaco en Europa y que, en España, se producen cada año aproximadamente 30.000 nuevas muertes por esta patología.

Esta cifra puede reducirse de manera significativa con un uso apropiado de desfibriladores y si se aplica la desfibrilación a la víctima en los cinco primeros minutos.

Los DEA son desfibriladores de uso público de fácil manejo, diseñados para su uso por personal que, sin los conocimientos suficientes para ofrecer reanimación cardiorespiratoria avanzada, puede ser el primero en atender una urgencia cardiaca.

Se aplican los electrodos en el tórax del enfermo y se activa el aparato para que analice la actividad eléctrica cardíaca. Una vez realizado el análisis, una alarma sonora y visual advierte de la conveniencia o no de la descarga y de la necesidad o no de pulsar el botón de suministro de la descarga eléctrica, indicándole que hay que separarse del paciente y pulsar el botón que activa la desfibrilación y le muestran los pasos a seguir durante todo el proceso.