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Viaje al mudejar aragonés

La Fundación Colegio de Médicos de Cantabria organiza el viaje al mudejar aragonés. De 5 y 4 noches e incluye del 12 al 16 de Noviembre.

En opinión de nuestro sabio Menéndez Pelayo, el mudéjar es el único tipo de construcción peculiarmente español, del que podemos envanecernos, y dentro de esta peculiaridad, el mudéjar aragonés, es una singularidad diferente al resto de focos peninsulares pues, en el Valle del Ebro  hay poca piedra, razón por la que el ladrillo es protagonista, tanto en el orden constructivo como decorativo, destacando los paños de rombos y el ladrillo resaltado, así como los arcos de medio punto rectilíneos y entrecruzados, derivados de la alfarería musulmana, siendo peculiar la aplicación de la cerámica a la arquitectura, ejemplarizada en las torres de las iglesias de la capital turolense.

Conquistada Valencia y a través de Teruel, cuya Catedral destaca, llega a comienzos del XIV la influencia almohade, sobre todo en forma de lastras de cuatro octogonales, y paños de pared interior agramilada y pintada, con personalidad propia y con tipología única, propia de tierras aragonesas con sus iglesias-fortaleza y torres campanario, principal símbolo del  mudéjar en Aragón, patrimonio que la Unesco declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad, comenzado con el conjunto de Teruel el 28-XI de 1986, y con estos 4 monumentos: Catedral Sª Mª de Mediavilla, Torre e Iglesia de S. Pedro, Torre de la Iglesia del Salvador, y Torre de la Iglesia de S. Martín, que se ampliará en el bajo Aragón con la iglesia de Santa María la Mayor de Hijar, en su casco urbano, y en varios lugares con castillos-refugio que fueron campanario de iglesia, y con otros muchos en 2001, como son : Palacio de la Aljafería, Seo del Salvador e Iglesia de S. Pablo en Zaragoza; Calatayud, con la Colegiata de Sª María; Cervera de la Cañada con la Iglesia de la Asunción  y Tobed con la Iglesia de Sª María.

El desarrollo del arte mudéjar desde el XII en Aragón, es consecuencia de una época histórica ejemplar, símbolo de magnífica convivencia   y tolerancia, por las condiciones favorables en que viven y conviven tras la Reconquista, en varios lugares las distintas poblaciones, no solo de personas sino también de creencias religiosas, y también se irán reflejando y sumando en la arquitectura, los estilos europeos contemporáneos, sobre todo el gótico.

El término mudéjar deriva de “aquel a quien es permitido quedarse” y es la permanencia de elementos históricos derivados de la tradición andalusí, en los territorios de los reinos hispanos, y está muy relacionado con la historia del arte pues, los andalusíes que permanecieron en territorio cristiano sometido, fueron denominados siervos de paz, o bien vivían en las aljamas; gozaban de una relación especial con la  monarquía, bajo el dominio de los cristianos, dedicándose a oficios urbanos como la alfarería, herrería, maestros de obras o simplemente trabajadores.

El mudéjar aragonés ocupa lugar del XII al XVII, con más de un centenar de monumentos, en las Villas del Ebro, Jalón y Jiloca, pues abundó en ellas la población mudéjar, y los moriscos, que mantienen sus tradiciones artesanales en una zona de poca piedra. Tiene dos orígenes: la arquitectura palaciega, vinculada a las monarquías que reforman y amplían los palacios, como el de la Aljafería manteniendo la tradición ornamental islámica, y los alarifes musulmanes (arquitectos, maestros de albañilería, topógrafos), que manejan la arquitectura popular, que enlaza con el románico, y dejan de construir en aparejo de sillería y construyen en ladrillo, con tracería ornamental de raigambre hispanomusulmana que, como en la iglesia de Daroca, comenzada en piedra, se remata en el XIII con ábsides, planta octogonal, muros anchos y capillas interiores que aumentan el espacio, siendo las torres campanario herencia del alminar islámico.

El arte mudéjar se desarrolla en territorio cristiano, por la fascinación que el mundo hispano sentía por la cultura andalusí, empleando materiales económicos como, el ladrillo, yeso, cerámico y cerámico vidriado, madera, azulejos, cerámica decorada con verde y manganeso, como la vajilla califal fabricada en Medina Azahara; la cerámica de reflejo metálico y dorado, fabricada en Málaga y en Manises de Valencia desde el siglo XV, se fabrica también en Muel (Aragón), pues cuenta con población mudéjar y morisca. El yeso, de tradición musulmana, barato, fácil de trabajar y versátil, se seguirá usando mucho en las bóvedas palaciegas, iglesias, ventanales, etc. La madera se muestra en puertas y ventanas decoradas, techumbres policromadas, artesonados con pintura gótica, mezcla de motivos abstractos y geométricos propios de la estética musulmana.

Hay distintos tipos de mudejarismo, y fuera de Aragón, hay: a) mudéjar castellano-leonés, románico de ladrillo en León, Valladolid, Ávila y Segovia, localizándose el mejor sobre todo en Arévalo (Iglesia de Sª María, S. Juan Bautista, Iglesia del Salvador). En Valladolid lo encontramos en Aguilar de Campoo, Menea de Campos, Mayorga, Villavicencio, etc. b) mudéjar occidental desde el Tajo hasta Portugal. c) mudéjar aragonés, con características propias y profusión de ornamentación con cerámica vidriada, y mayor desarrollo Nacional, en el Museo Nacional de Madrid, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona, techumbres mudéjares en Molina de Aragón en Guadalajara, etc.

Nuestro viaje en autobús al mudéjar aragonés, durante cinco días, comienza el lunes 12 de noviembre, y salimos de Santander a las 08´30 horas de Reina Victoria 18 (San Martín) con el programa que para cada día exponemos. Y si bien exponemos los lugares por donde vamos pasando y su contenido de valor, como siempre, solo en lo más interesante realizaremos visitas guiadas. Guías y alojamiento con desayuno y comida, ya están contratados, siendo las cenas libres excepto en el Monasterio de Piedra, pues cenamos juntos en la misma residencia y dormimos en Nuévalos. El número de viajeros está limitado a 35, y el precio por viajero en habitación doble es de 400 €, y en habitación individual es de   520 €. Interesados apuntarse en el Colegio, entre los días 25 de octubre y 7 de noviembre. Dejar teléfono de contacto y abonar lo indicado.   

 

1º día. Salimos de Santander a las 8’30, y pasamos por la provincia de Logroño donde, cerca de Haro, a las 11´30 tenemos media hora de descanso. Seguiremos viaje, y tras haber recorrido 326 Kms. llegamos a Tudela, y con 21 Kms. más estamos en Tarazona, donde tenemos visita guiada. Situada al N. de la Sierra del Moncayo (a 2.316 m. de altitud), es la antigua ciudad episcopal, y cuenta con un conjunto monumental de excepcional interés, y aquí comemos. Tiene una Catedral gótica con excepcional pórtico, restaurada en el XIV y alberga retablo, tumbas, torres, y claustro con excelentes celosías de estilo mudéjar, y es también mudéjar en fachada, torres y cimborrio. Domina la ciudad el Palacio Episcopal (antigua sede Real de los monarcas de Aragón) con magníficos artesonados, siendo el Ayuntamiento de estilo renacentista. Tiene las iglesias de S. Francisco, La Iglesia de Santa Magdalena con torre mudéjar, la Merced, la iglesia ex-colegiata de Sª. María, y la gran Plaza Mayor con tres filas de arcadas, que fué también plaza de toros. Desde aquí tras la comida, marchamos a Zaragoza, situada a 87 Kms, donde dormiremos.

1º y 2º días. Estamos en Zaragoza, la gran ciudad del Ebro, distante 180 Kms. de Teruel. Fue próspera ciudad romana que, a pesar de estar cuatro siglos ocupada por los musulmanes, conservó su origen cristiano ya que, en el año 40, Santiago vio aparecerse la Virgen sobre un pilar, y allí se construyó una ermita, que con el tiempo será la segunda catedral de la ciudad, y una de los santuarios más famoso y visitado de la cristiandad mundial. El largo asedio que sufrió por las tropas napoleónica, que no lograron entrar en la ciudad, destrozó gran parte de sus históricos edificios y ocasionó 500.000 muertos, y fué la gloria de Agustina de Aragón y del General Palafox. A todo ello se unirían posteriormente, los destrozos que sufrió en las guerras carlistas; y aunque hace un siglo fué reconstruida, también sufrió grandes destrucciones en 1936 por nuestra Guerra Civil y, consecuencia de todo, carece de muchos y valiosos exponentes de su historia, a pesar de las reconstrucciones. Tendremos visitas guiadas durante 5 horas.

     Zaragoza, la ciudad vieja con vestigios romanos, se encuentra a la orilla derecha del Ebro, y está rodeada por la Calle del Coso, y sus vestigios romanos están cerca de los puentes, en tanto que el barrio monumental está entre el rio, El Pilar, La Seo, Catedral del Salvador construida sobre antigua mezquita, con fachada y elementos mudéjares en el presbiterio, siendo muy posteriores al gótico, la cúpula renacentista del crucero, torre y fachada barroca del XVIII, verja, retablos, tumbas, etc. Tiene cinco naves, cinco capillas laterales que forman un museo, tres ábsides de cabecera, cimborrio en su crucero octogonal y bóveda califal. En la Parroquieta gótica, con cúpula y fachada moriscas, guarda en la sacristía varios tesoros.

El inmenso cuadrilátero herreriano del Pilar, no se terminó hasta finales del XIX, con cuatro esbeltas torres y una gran cúpula central con pinturas de Goya. Su interior es herreriano puro, y sobresalen el coro, el retablo mayor de alabastro, los plafones de la Capilla del Pilar, estatua de la Virgen sobre pilar de mármol, y una extensa vista tras subir en el ascensor a la altura. Hay misas en la tarde. Entre ambas catedrales, destaca el edificio de La Bolsa, y El Ayuntamiento reconstruido en 1954 que, entre otras, tiene una estatua de Augusto.

Cruzado el Ebro por el puente de Piedra, se puede regresar por el Puente de Santiago tras gozar de bella vista de la ciudad, y se queda en el Torreón de Zuda (gran torre mudéjar del XIV), con alfarería en el artesonado y salón del Trono, que fué residencia de monarcas musulmanes y cristianos, con etapas de ambos, conservándose la árabe en una mezquita con la Torre del Trovador. Tenemos también la iglesia de S. Juan, con torre inclinada, y restos de la muralla romana.

Al oeste está la Iglesia de San Pablo, con torre mudéjar octogonal, y son mudéjares las torres de La Magdalena, S. Gil y S. Miguel. Hay otras muchas iglesias de varios santos, de los Escolapios, etc.  y tenemos aquí la Lonja renacentista del XVI.  Sobre el Ebro veremos también el Puente del Tercer Milenio, obra de nuestro arquitecto Arenas de Pablo, con bellas vistas, y a un lado se encuentra El Parque del Agua.

A la salida de la Ciudad tenemos, el Palacio de la Aljafería (que también visitamos) con arte musulmán del siglo XI y fué residencia real tras la reconquista, pero algunos artesonados mandados hacer por los Reyes Católicos, han desaparecido. En el Coso tenemos, el Palacio de la Audiencia con Arcos del XVI, y del convento de Sª Engracia se conservan, el portal plateresco de alabastro de la iglesia, y dos tumbas del comienzo del cristianismo, y en su iglesia un portal plateresco de alabastro. También se pueden visitar, el Palacio de Exposiciones, y el Museo de Bellas Artes, donde hay arqueología, pintura, etc.

Aquí hemos llegado en la tarde de ayer, con visitas guiadas y libres, hemos dormido y hoy desayunamos en Hotel El Pilar, comeremos en Las Palomas, y en la tarde marchamos a Teruel.

2º y 3º días. Zaragoza, Teruel y Albarracín. Hemos continuado la visita de Zaragoza en la mañana del segundo día, y en la tarde salimos para Teruel, distante 180 Kms., y aquí dormimos dos noches en el Hotel Botánicos. Desde aquí, en la mañana del 3º día visitaremos Albarracín, y volvemos a comer a Teruel en el Parador.

Teruel tiene el máximo esplendor del arte mudéjar aragonés, con varios edificios muy conocidos como son, la Catedral de Santa María de Mediavilla, la Capilla de los Amantes de Teruel (visitamos ambas), la iglesia de San Pedro, y los campanarios de las torres mudéjares de las Iglesias de El Salvador, con origen en la Edad Media (por el avance de la reconquista por Aragón), y San Martín. Tenemos la Fuente del Torico para paliar la falta de agua (y símbolo de Teruel su monumento), la Casa del Deán del XVI en la Plaza de la Catedral, renacentista y con arquitectura tradicional palaciega aragonesa de ese siglo; la Casa de la Comunidad, también renacentista y sede del Museo de Teruel, del XVI, que tiene tres cuerpos en la fachada y con galería corrida arriba, bajo el alero, y remata en arquería con columnas. Durante medio día tenemos aquí visitas guiadas.

Pocas puertas quedan de las 40 que tenía la muralla: El Torreón de S. Esteban, gótico, de planta circular con almenas, con arco y bóveda en cañón, y El Portal de la Traición del Juez, puerta gótica por donde entraron las tropas de Pedro I el Cruel que, conquistaban destruyendo y matando, y un juez para salvar su vida, traiciona a sus conciudadanos, y abre la puerta para que entren los conquistadores, y después huye con ellos.

Aparte de estas magníficas obras, Teruel muestra el Acueducto de los Arcos (acueducto y viaducto para vehículos y peatones), obra del francés Quinto Pierres en 1.537 con dos pisos de arquería, que unen el Teruel viejo con el nuevo; la Casa de la Madrileña, en la Plaza del Torico, modernista, con ventanas ovaladas, etc.

En 1986, por el conjunto mudéjar de Teruel, inspirado en la España andalusí, la Unesco declaró a esta ciudad Patrimonio de la Humanidad, distinción que se extendió en 2001 a otros monumentos mudéjares de Aragón, como Calatayud, Cervera de la Cañada, Tobed y Zaragoza. La arquitectura mudéjar de Aragón se realizó entre los siglos XII y XVII, en los valles del Ebro, Jalón y Jiloca, debido a que en ellos la población mudéjar y morisca fue numerosa, y aquí convivieron en paz con los cristianos, sometidos a sus Reyes, pero gozando de mantener su religión y costumbres, así como cultivar su arte. Este arte, que cuenta con magníficos ejemplares en Andalucía, también se extendió a Castilla, Valencia, etc.

Dormimos en Teruel y tras desayunar, marchamos en visita guiada a Albarracín, distante 43 Kms. y en 55 minutos estamos allí. Monumento Nacional, con magníficas vistas y sus casas pintadas de rosa y ocre, está defendida, por la profunda garganta del rio Guadalaviar, y por las murallas que la rodean desde el siglo X, con las torres del Andador y La Engarrada. Conserva unas fortificaciones del XI al XIV que escalan por una colina al norte del pueblo.

Visitaremos La Catedral románica, que fué mezquita, con retablo renacentista con S. Pedro, tapices, etc. y tiene Museo detrás, que visitamos. Después veremos la muralla, y pasearemos por sus calles gozando de la arquitectura rural aragonesa, y las joyas que conserva, como la ermita del Cristo de la Vega, la Iglesia de Sª María, los Escolapios y Santiago, San Bruno y San Esteban, las casonas de la Brigadiera y La Julianeta, etc. De su Plaza Mayor salen varias calles adoquinadas, y la de la izquierda tiene muy buenas vistas, etc. Volvemos a comer y a ver Teruel, cenamos libremente y dormimos.

4º día. Monasterio de Piedra. Tras desayunar en Teruel, salimos para Nuévalos, pueblo ocre como la colina en que asienta, y precede en 3 Km. al Monasterio de Piedra, a donde llegaremos tras recorrer 135 Kms. y donde pasaremos el día, comemos, cenamos en comunidad y dormimos. Verdadero oasis en el desierto, a las puertas de Castilla, en una zona desértica, con el rio Piedra y su cascada que le dan vida. Nace el Monasterio de Piedra en 1.194 con Alfonso II El Casto, que dona un castillo árabe a los monjes de Poblet, para construir un monasterio, y se venderá en 1840 a Pablo Muntadas, y su hijo lo mejora. En 1860 se descubre la Gruta Iris y se abrirá al público, y en 1867 será el primer Centro Piscícola de España; en 1940, su jardín será declarado Paraje Pintoresco Nacional, y es una estación veraniega muy frecuentada actualmente por turistas.

5º día. Calatayud-Santander. Tras desayunar en el Monasterio de Piedra, recoger maletas, etc, salimos en el bus para Calatayud, distante 45 Kms., y donde radica la Virgen de la Peña, con restos mudéjar-góticos en su santuario, y la Colegiata de Sª María la Mayor, Monumento Nacional de estilo mudéjar y campanario de tres pisos, claustro gótico y museo de pintura. También mudéjares son, las iglesias de S. Andrés y S. Pedro Mártir, iglesias-fortaleza con conocidas torres de arte mudéjar, con ábside y claustro de estructura árabe y revestimiento gótico. Tras visita guiada, comeremos en la Posada San Antón. Estamos a 435 Kms. de Santander, y hemos de emplear cerca de 6 horas, con descansos etc., para estar en casa. Buen viaje.