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Dra. García Hidalgo: “La inversión en investigación del cáncer infantil es escasa debido a que es «poco rentable»”

Con motivo del ‘Día Internacional contra el Cáncer Infantil’, que se celebra el 15 de febrero, Médicos y Pacientes entrevista a la Dra. Laura García Hidalgo, oncóloga pediátrica del Hospital Materno-Infantil de Málaga, para conocer algunos de los desafíos que enfrentan estos especialistas en su día a día, los principales avances en este campo y algunas de las lecciones que ha aprendido en su dilatada carrera profesional.

¿Qué desafíos únicos enfrentan los niños y las familias cuando se enfrentan al cáncer infantil en comparación con los casos de cáncer en adultos?

Depende mucho de la edad a la que se enfrenten a la enfermedad. Hay que tener en cuenta que el cáncer infantil afecta desde recién nacidos hasta adolescentes, que viven la enfermedad de forma muy distinta.

Los niños más pequeños viven con mucha angustia los pinchazos y el temor a la separación de los padres. Los más mayores temen a la muerte, a la separación de sus iguales, a los cambios físicos y a los ingresos hospitalarios.

Respecto a las familias el cáncer infantil es una enfermedad familiar. Afecta a cada uno de los miembros de la familia en todos los ámbitos de la vida.

¿Cuáles son los avances más recientes en el tratamiento del cáncer infantil y cómo están impactando en las tasas de supervivencia y calidad de vida?

Creo que los avances desde el punto de vista genético y molecular han sido grandes en la Oncología en los últimos años. Nos están ayudando a clasificar y, por tanto, tratar mejor a los tumores, conocerlos mejor, usar terapias dirigidas y conocer factores pronósticos para personalizar tratamientos.

¿Qué papel desempeña el equipo multidisciplinario en el cuidado integral de los niños con cáncer y cómo colaboran los diferentes especialistas?

Es fundamental desde que llegan al hospital. Estos pacientes deben ser atendidos en centros con capacidad de proporcionar al paciente esta multidisciplinariedad. Son habitualmente pacientes complejos.

¿Cómo se abordan los aspectos emocionales y psicológicos tanto de los niños como de sus familias durante el tratamiento?

Desde el momento del diagnóstico se les ofrece apoyo psicológico por parte de especialistas. Hay familias que lo aceptan, otras que lo rechazan y hay que respetarlo, aunque siempre se les aconseja. Es difícil para cualquier persona gestionar una enfermedad grave en un ser querido, más aún cuando es un niño.

¿Existen programas de apoyo para las familias afectadas por el cáncer infantil? En caso afirmativo, ¿podría destacar alguno?

No existe un programa establecido. Contamos con numerosos recursos de apoyo para los distintos ámbitos: social, laboral, psicológico, educacional que se le ofrece a la familia durante el proceso para apoyarlos en el camino de lucha contra la enfermedad.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sistema de salud en la atención del cáncer infantil y qué se puede hacer para mejorar la situación?

La Medicina es cada vez mejor, más ambiciosa y precisa. A menudo esto conlleva altos costes en pruebas diagnósticas y terapias de alto impacto económico.

¿Cuál es su mensaje para concienciar a la sociedad sobre la importancia de la investigación y el apoyo a los niños con cáncer y sus familias?

Respecto a la importancia de la investigación hay que decir que, aunque las cifras de supervivencia en los últimos años superan el 80%, hay un porcentaje de niños que aún siguen sin cura porque no se encuentran tratamientos efectivos para determinados tipos de tumor.

El cáncer infantil respecto al del adulto es poco frecuente, considerado una enfermedad rara, por lo que la inversión en investigación es escasa debido a que es “poco rentable”. Muchas de las terapias usadas en los últimos años son fármacos inicialmente dirigidas a población adulta, que es donde más se investiga. Sobre el apoyo a los niños y a sus familias decir que el cáncer es caprichoso, y el diagnostico le puede tocar al cualquiera.

¿Qué lecciones ha aprendido personalmente de su experiencia en el campo de la oncología pediátrica y cuál es su motivación para seguir trabajando en este campo?

Para mí la oncología pediátrica es un modo de vida. Todos los días te recuerda lo que de verdad es importante. Los niños y sus familias nos dan lecciones cada día. Yo como profesional y como madre, admiro profundamente como se enfrentan cada día a la enfermedad.