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ENTREVISTA DÍA MUNDIAL CONTRA LA HEPATITIS /// “La aportación de Cantabria a la revolución de los tratamientos de la Hepatitis C ha sido enorme”

El jefe del Servicio de Digestivo de Valdecilla, Javier Crespo, analiza la espectacular evolución del abordaje de la enfermedad en los últimos 6 años

El doctor Javier Crespo García es el Jefe del Servicio de Aparato Digestivo de Valdecilla y ha presidido hasta el pasado año la Sociedad Española de Patología Digestiva, está especializado en Gastroenterología y Hepatología y ha formado parte de decenas de investigaciones, además de estar en la Comisión del Ministerio de Sanidad que consiguió cambiar la evolución de la hepatitis C. Una revolución que en tan solo seis años ha conseguido resultados espectaculares.

Este médico e investigador cántabro habla desde su despacho de Valdecilla de la aportación de Cantabria a este cambio de tendencia que ha logrado, entre otros muchos resultados, erradicar la Hepatitis C en el Penal de El Dueso, y analiza la realidad de las enfermedades hepáticas para el Colegio de Médicos de Cantabria con motivo de la celebración del Día Mundial contra la Hepatitis.

-¿Cuáles son los datos actuales más relevantes de la hepatitis en Cantabria?

Son los que afectan a la Hepatitis C. Su historia moderna arranca en el 2014, y en ese momento somos el primer hospital de España que prescribe Sofosbuvir a los pacientes con esta Hepatitis, el tratamiento es muy caro y efectivo pero como no lo reciben todos los pacientes, hay manifestaciones muy serias que hacen dimitir a la ministra Mato y nombran a Alfonso Alonso como su sucesor que hace una comisión, de la que yo forma parte, para hacer un plan estratégico que acabará con este problema. Se hizo entre febrero y abril de 2015 y a partir de ahí se abre la prescripción a todos los pacientes españoles. Se estima que el coste del tratamiento para curar la Hepatitis C comenzó siendo de 100.000 euros por paciente y, hasta hoy, se ha abaratado hasta los 5.000 euros, aproximadamente, esto ha sido una revolución.

-¿Y cuál ha sido el resultado de esta revolución?

Pues que, en la actualidad, en España hay entre 70 y 100.000 personas con hepatitis C, y en Cantabria deben quedar entre 500 y 1.000 en tratamiento, cifras que se han reducido en miles de pacientes. La evolución del tratamiento de la hepatitis ha sido espectacular. Otros datos: en España de cada 1.000 trasplantes de hígado casi la mitad eran por hepatitis, ahora no hay ni lista de espera, entre otras cosas porque una minoría de los casos por hepatitis requieren un trasplante; y en el 2016 teníamos en la planta 100 ingresos con cirrosis por hepatitis C, este año hemos tenido 5. Y esto en 5 años.

-¿Cuál ha sido la aportación de Cantabria a esta evolución?

Ha sido enorme y triple. Primero: hemos participado de forma directa en el Plan Estratégico contra la hepatitis C. Segundo: desde el punto de vista de investigación, hemos conseguido eliminar la hepatitis C del Dueso, por ejemplo, y es el primer centro que lo ha logrado en el Mundo. Además, somos la primera Comunidad que hace cribado de la hepatitis C en las personas que son judicializadas y que sufren una condena privativa de libertad.  Y tercero, porque Cantabria es la primera Comunidad de España que hace una estrategia de eliminación de la hepatitis C basada en el análisis y cribado de todos los residentes de la región de entre 40 y 70 años.-

-Y el hospital Valdecilla ha sido el epicentro de esta aportación ¿verdad?

Valdecilla ha sido un hospital puntero en España y en Europa para el tratamiento de la hepatitis. Hay profesionales de primerísima línea, como el doctor Joaquín Cabezas, que lidera el Grupo de Trabajo de Prisiones del Internacional Network on Health and Hepatitis in Substance Users (INHSU). Y como fruto de muchas aportaciones, a nuestro hospital le han dado cuatro premios Best in Class como mejor servicio a la atención de la hepatitis en España.

-¿Y si hablamos de Hepatitis B?

La tiene el 0,7 por ciento de la población española, más de 300.000 personas. De ellos, el 90 por ciento tienen una infección crónica que generalmente no produce enfermedad. Eso sí, al que le afecta también es grave, pero solo algunos desarrollan una enfermedad importante.

También ha mejorado muchísimo en tratamientos, la diferencia con la C es que el tratamiento es finito, los pacientes se curan,   y en la B es indefinido, se controla la infección pero no se elimina.

-¿Y las otras Hepatitis:  A,  D y E?

La A y la E son agudas, aunque suelen ser más leves. Y la D es un virus que solo puede infectar a los ya afectados por la B, y la agrava mucho, es muy poco frecuente y precisamente ahora se va a incorporar un fármaco que va a ser muy eficaz en su tratamiento, así que también hay buenas noticias en este sentido.

¿Y si hablamos de otras enfermedades del hígado?

Las enfermedades del hígado están poco consideradas con respecto a lo que afectan a la sociedad. El cáncer de hígado es el sexto más frecuente del Mundo y el tercero que más mata, y la esteatosis hepática metabólica, o enfermedad por depósito de grasa, afecta al 25 por ciento de la población adulta y, aunque solo es grave en el 2 por ciento de los casos, es una patología que hay que atender y se puede mejorar bajando de peso y haciendo ejercicio físico.

-¿Y en qué se está poniendo el foco en la actualidad para abordar esta patología?

Estamos trabajando en un concepto muy revolucionario de rehabilitación hepática, significa que cuando un enfermo va a la consulta y le diagnostican esta enfermedad, le aconsejas que haga más ejercicio, pero si tiene 65 años y le han operado de la cadera, le tienes que derivar a hacer ejercicios especiales, y para bajar de peso hay que poner una dieta adecuada, no dejar de comer. Tienes que intentar saber lo que es importante para la persona. Si cometes el error de decir de golpe “te sobran 30 kilos” es más difícil conseguir resultados que si le dices “si pierde el 10 por ciento de su peso, su enfermedad va a mejorar en un 90 por ciento”.  Hace falta un equipo multidisciplinar, con el hepatólogo, el nutricionista, un experto en rehabilitación.. También hay tratamientos endoscópicos que sirven para perder peso sin una operación de alto riesgo, muchas herramientas modernas que pueden mejorar mucho esta enfermedad. Por ejemplo, vamos a hacer un ensayo de trasplantes de microbiota de las heces, y ya se están ensayando muchos tratamientos, aunque algunos fracasan, y a veces creo que es porque no se evalúan muy bien, como ocurre con la obesidad, que no es fácil de controlar.

-El hígado tiene una gran capacidad de regeneración, supongo que eso ayuda…

Es un órgano muy agradecido y se regenera, ya lo sabían los griegos hace siglos, aunque cuando le afecta el cáncer, que es sistémico, es compleja la recuperación porque cuando ves un hígado que parece que solo tiene un nódulo, quizá hay muchos más muy pequeños que no ves. Y ya se aplica la regeneración cuando hay un cáncer porque el hígado crece.

Para terminar ¿es el consumo de alcohol uno de los factores que más maltrata al hígado en nuestro país?

España es uno de los países donde más se bebe y, por consiguiente, que registra más cirrosis hepática. El consumo del alcohol es cultural y hay mucho dinero en juego y no hay medicamentos que curen lo que genera el abuso del alcohol, no los hay, por eso no hay mucha investigación. Las “enfermedades huérfanas” suelen existir porque hay muy pocos enfermos o porque no generan beneficios.

Lo que hay que dejar claro es que no hay ninguna dosis de alcohol beneficiosa, para los enfermos hepáticos el alcohol es uno de los tóxicos más potentes, y para la población general, el consumo por debajo de dos copas de vino al día podría no hacer daño aunque los artículos y la documentación que manejamos son muy demostrativos: en las gráficas se ve que entre los que beben algo de alcohol y nada hay una diferencia sustancial a efectos de riesgos. Hay que ser conscientes de que el alcohol hace daño.