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Expertos reclaman la intervención de equipos multidisciplinares en la atención médica a los menores de edad trans

La tercera edición de la Escuela de la Profesión Médica ha analizado la atención médica a menores de edad trans de la mano de expertos en un encuentro de trabajo en el que se ha enfatizado el papel de los equipos multidisciplinares en el abordaje de la disforia de género, un aspecto que no recoge la ley conocida como “Ley trans”.

En esta mesa, coordinada por el Dr. Rogelio Altisent, profesor titular de la Universidad de Zaragoza, han participado la Dra. Montserrat Esquerda, pediatra y profesora de bioética y el Dr. Antonio Lobo, catedrático de psiquiatría en la Universidad de Zaragoza.

Los expertos se han adentrado en la transexualidad en menores de edad desde la perspectiva de la atención médica. Han puesto sobre la mesa tres modelos en el abordaje de la transexualidad: 1) modelo terapéutico que intenta tratar la disforia o incongruencia de género; 2) modelo de acompañamiento psicológico que plantea especial apoyo psicoterapéutico hasta la pubertad; 3) modelo afirmativo que plantea la intervención médica de apoyo a la transición en todo momento, sin espacio a la evaluación.

En España se ha legislado recientemente al respecto situando la disforia o incongruencia de género fuera de la órbita de la medicina terapéutica, pero luego se requiere la intervención de los profesionales y del sistema sanitario. En este sentido, los expertos han coincidido en resaltar la necesidad de contar con equipos multidisciplinares en la atención médica a los menores de edad trans en todo momento y no solo cuando en los tratamientos, un posicionamiento en línea con el manifestado por el Consejo General de Médicos (link).

El Dr. Antonio Lobo ha hecho hincapié en la falta de estudios en profundidad, de evidencia y de datos, especialmente en el largo plazo. “Existen lagunas en este aspecto y se necesitan estudios a largo plazo de seguridad y de eficacia”, ha comentado.

El Dr. Lobo ha incidido en la falta de coherencia porque “si hablamos de tratamientos hay que señalar el inevitable papel de los médicos, esto es una obviedad”. En esta línea ha subrayado que “existen altas tasas de morbilidad física y psíquica relacionados con las personas trans y este debe de ser estudiado más en profundidad porque no han sido debidamente estudiadas”.

Además, ha ahondado en la relevancia de ofrecer tratamientos integrales como refleja la ley, pero para ello – insiste – “hay que hacer también una valoración integral y eso implica abordar aspectos biológicos, psicológicos y sociales, y esto no se puede hacer con prisas”.

También, ha alertado sobre el retroceso en las normas legales al respecto en países como Francia, Finlandia o Reino Unido, países que fueron pioneros y que ahora dan pasos atrás “esto debe de exigirnos mucha prudencia. En algunos de estos países se ha puesto de relieve que los riesgos de los tratamientos hormonales superan sus beneficios”.

La Dra. Montserrat Esquerda ha comenzado su intervención explicando el concepto de disforia de género y ha remarcado que “existen personas trans con y sin disforia de género, esto es relevante”.

En línea con el Dr. Lobo ha subrayado la falta de datos en este ámbito y la necesidad de llevar a cabo más estudios que viertan evidencia científica y datos porque “una buena ética empieza por unos buenos datos” – ha aseverado.

En lo que sí existe evidencia, ha remarcado, es en el brutal incremento en transición de género experimentado estos últimos años con porcentajes que superan el 1000% en países como Estados unidos, 4000% en Dinamarca o Reino Unido “un incremento que es difícil de explicar”.

En línea con esta afirmación ha puesto en relieve que existe un cambio de patrón porque en la actualidad ha habido un gran incremento en los adolescentes y dentro de este colectivo en las mujeres, datos que contrastan con los de hace unos años.  La experta en bioética ha marcado cuatro factores clave en el marco social actual que es necesario tener en cuenta para comprender este aumento exponencial como son: la mayor visibilidad, la despatologización, la accesibilidad al tratamiento y el enfoque afirmativo.

Finalmente, y en relación con el ámbito ético y deontológico, la Dra. Esquerda ha incidido en la información y consentimiento como requisitos que deben de ser “exquisitos” especialmente en estos tratamientos y abordajes, así como en la valoración individualizada de riesgos y beneficios, aclarar el papel de padres y tutores y, por supuesto, la valoración por parte de equipos multidisciplinares.