El doctor José Ramón Fernández Fonfría percibe en Atención Primaria los efectos de más de un año de pandemia y de un cambio de modelo asistencial

 El 80 por ciento de los sanitarios españoles sufrieron insomnio en los meses de marzo, abril y mayo del 2020, según la Sociedad Española de Neurología, un 20 por ciento de los pacientes con cáncer están sin diagnosticar, según la Sociedad Española de Oncología Médica, y las consultas psicológicas han aumentado considerablemente con respecto a años pasados. Estos son solo algunos de los efectos colaterales de la pandemia de Covid-19 que sufren los profesionales sanitarios y los pacientes. El Colegio de Médicos analiza esta situación con el Dr. Fernández Fonfría, médico de familia con más de 1.300 pacientes en el Centro de Salud Dobra de Torrelavega, donde ya se detectan muchas de las consecuencias de un año de pandemia.

 ¿En Atención Primaria se nota el cansancio de los pacientes tras tantos meses de pandemia?

Se nota el cansancio y va creciendo porque ha cambiado totalmente el sistema de atención, antes era a demanda del usuario y ahora hay un filtro del profesional médico. Como consecuencia hay muchos pacientes que se sienten coartados en su libertad porque ya no se piden las citas cuando quieren. El modelo ha cambiado y los pacientes están impacientes, muchos de ellos no han reaccionado bien a la nueva base de telemedicina con la que trabajamos que se ha impuesto por la pandemia.  Y, curiosamente, son las personas más jóvenes las que se ponen más nerviosas.

 ¿Y los profesionales?

También estamos más cansados. El nuevo sistema y la situación genera más cansancio mental porque cada uno de nosotros también tiene una vida después y en mi vida ya no tienen tanto sentido las horas de ocio, y esa falta de libertad genera más estrés y aumenta el que ya tenemos en el trabajo.

 ¿Qué patologías se están detectando que han crecido debido a la pandemia?

El dolor es una patología muy prevalente antes de la pandemia y ahora ha aumentado por los altos niveles de estrés. Las personas mayores no se pueden mover como antes, también detectamos que la gente está ganando peso, situación que no ayuda a mejorar los dolores de tipo osteomuscular. Además, notamos más patología psiquiátrica leve, y un aumento especial de esos cuadros en la gente joven, con problemas de ansiedad, insomnio y otros. No ha habido un incremento geométrico pero sí ha crecido desde marzo del año pasado. Normalmente viene por la conciencia de un estado de pandemia, no sube de forma alarmante en picos, pero sí de forma progresiva. Si seguimos en esta situación, con niveles tan altos de incertidumbre, van a seguir aumentando este tipo de patologías mentales leves y van a ser unas de las más prevalentes en el futuro porque hay niveles de incertidumbre y de cansancio muy altos en toda la población.

¿Qué cree que se debe hacer desde AP para ayudar a que la situación mejore?

Lo primero tenemos que explicar las cosas bien, echo de menos la defensa de nuestros gestores, hay que explicar que seguimos estando aquí para cuidar la salud de los ciudadanos, pero estamos de otra forma. Lo que ha cambiado es que el profesional tiene herramientas de telemedicina y puede hacer un cribaje mejor, eso antes no se podía hacer. El médico ahora filtra a los pacientes, antes el paciente iba y no se tenía control previo de la patología, ahora lo sabemos de antemano. Y esto es una ventaja. Lo que sí podemos decir es que esto va a pasar y que mejoramos y podemos sacar una lección importante, esta pandemia ha demostrado la debilidad de los recursos sanitarios y, entre todos, debemos ser conscientes de que debemos cuidar de nuestra salud y de nuestro sistema. Y destaco que los médicos de AP siempre estaremos en primera línea comprometidos con la salud de los ciudadanos.

¿Ha mejorado entonces la asistencia en AP?

Ahora lo que vivimos es un desastre pero si analizamos algo positivo es ese filtro que ahora tenemos, podemos preguntar de antemano y tener una valoración previa de lo que nos vamos a encontrar en la consulta. Siempre teniendo en cuenta la tragedia que estamos viviendo.

Y creo que siempre se puede mejorar, inicialmente tenemos más idea de lo que está pasando y sabemos que no podemos permitirnos las cifras que tenemos actualmente, creo que el sistema está fallando “en cuanto a todos” porque como población no seguimos las indicaciones más básicas para evitar el desastre: ni siquiera mantenemos la distancia social o practicamos el lavado de manos constante, volvemos a caer en el mismo error y eso no lo entiendo. Ahora sabemos más y estamos peor por eso está claro estamos fallando todos.

¿Y  cuál cree que es la solución?

Yo estoy positivo, la solución está en las vacunas y creo que cuando la vacunación sea masiva va a acabar en inmunidad de rebaño. Mientras tanto, todo irá mejor en la medida de nuestra concienciación, es tan sencillo y tan complicado como eso. Afortunadamente hemos sido capaces de conseguir una vacuna en menos de un año.